En el año 2015 quise organizar con la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) el White Saturday. Mi idea era que los ecommerce que se suscribiesen a esta iniciativa donaran el sábado posterior al Black una cantidad de dinero de sus compras a la AECC. Era una reacción contra el Black friday pero no salió bien. La Asociación tiene medidas muy estrictas a la hora de organizar acciones así con el fin de que las empresas no se aprovechen de su marca.
En el año 2016 me puse en contacto con 7 influencers para promover una acción similar. Tampoco salió bien y, además, me di cuenta de mi incapacidad para generar entusiasmo entre las personas más capacitadas que yo.
En noviembre del 17 me asaltó una duda ética. ¿Estaba montando el White Saturday como una estrategia comercial para vender más? La sombra de la duda me hizo desistir por tercer año.
Este 2018 ni me lo planteaba… hasta ayer.
Permíteme una anécdota que explica el cambio. Todos los días llevo a mis hijas al colegio. Existe un «cruce infernal» en el que te tienes que parar durante minutos para poder incorporarte a una carretera con muchísimo tráfico. Cuando el camino es de ida eres tú el que circula a toda velocidad por esa carretera y pasas el cruce de largo pero cuando vuelves no te queda más remedio que zampártelo. Uno de esos días de parada obligada un conductor me dejó pasar. Tuvo que frenar para que yo me incorporase y hacerme señas con las luces y con la mano. Me sorprendió mucho.
Al día siguiente, en mi viaje de ida, me topé con los infelices del cruce (donde yo estaría minutos más tarde), me acordé del buen samaritano del día anterior, frené y dejé pasar al mártir.
Esto ocurría hace dos años. Hoy es práctica habitual que los conductores se dejen pasar unos a otros en ese punto. Es como la buena acción del día. Dejas pasar, te hacen un gesto con la mano de agradecimiento y te sientes un poco mejor.
Ya casi nadie espera más de 30 segundos pero nos pasamos mucho tiempo sufriendo el «cruce infernal». ¿Qué pasó? Sencillo. Alguien plantó la semilla de la educación y poco a poco, nos fuimos enganchando a su ejemplo.
Se parece mucho a mi White Saturday. Las personas queremos ayudar, queremos sentirnos útiles, mucho más que gastarnos nuestros ahorros en días creados con el único fin de gastarlo todo.
Ayer pasé por el cruce y una amable señora me dejó pasar. Minutos más tarde dejaba pasar yo a un autobús. ¿Por qué no plantar la semilla del White Saturday?
(…Y aquí cambiamos las fechas para que coincidan con el White Saturday del 2020)
Desde el 27 de noviembre hasta el lunes 29 de noviembre a las 23:59 horas, (ambos inclusive) Minimae, a título individual, donará el 15% de las compras a la Asociación Española Contra el Cáncer. tu no pagas ni más ni menos pero sabes que el 15% de tu compra va a un lugar que nos toca a todos de cerca.
Minimae NO es un gran negocio. Un día muy bueno puede vender 10 productos a través de la web, uno muy malo, ninguno. No pretendemos vender más, pretendemos concentrar más compras en tres días… y que no la hagas dentro de cuatro.
Ojala pequeñas acciones como el White Saturday sirvan para concienciar a empresas de las que de verdad mueven dinero. Mi humilde reflexión es que existen otros caminos más satisfactorios que el de las compras compulsivas.
PD. En unos días daremos a conocer el resultado de la acción.
PD2: El 15% que donaremos será de las obras de producción propia: Proyecto Gutenberg by Minimae, Iconos del diseño del siglo XX e Iconos de la Arquitectura del SXX. Las otras colecciones, por desgracia, no nos dejan margen para acciones de este tipo.
PD3: Esta es una acción a título individual. No hemos llegado a ningún acuerdo con AECC, no «luciremos» su logo, no nos vincularemos a ella más allá de la donación que hagamos.