Ilustración de Barcelona hecha a mano por Carmelo Ros. Barcelona es una ciudad en la que se observan dos planos completamente diferenciados. El casco antiguo típico de las ciudades mediterráneas poco expuesto al mar con el fin de defenderse de ataques marítimos y el ensanche, ejemplo de arquitectura ortogonal proyectada por el urbanista Ildefonso Cerdá a modo de cuadrícula perfecta con cruces achaflanados. En el plano se aprecia también Montjuic y la zona nueva del puerto.
Carmelo Ros interpreta Barcelona a través de un trampantojo. Observada la ilustración desde lejos, se ve el plano con algún matiz extraño. Esa peculiaridad se convierte en sorpresa cuando, al acercarnos, nos percatamos de que el mapa en realidad es un complejo garabato que se extiende a lo largo de todo el plano.
El nombre de la ciudad se esconde dentro del garabato prolongando el juego del observador con la ilustración.
La ilustración de Carmelo se acompaña de un texto escrito a máquina tradicional (Olivetti Studio 46) a modo de collage que hace alusión a la propia filosofía de la ciudad (ver imagen).
